Super Sandoval y la kryptonita panista
Últimamente se ha puesto muy de moda el personaje de superman. No sólo en los niños, sino también con los jóvenes y adultos. Sus diversos regresos a la pantalla chica como en Smallville y Liga de la Justicia, así como su próxima vuelta a la pantalla grande con Superman 5, lo han vuelto a la vida después de su muerte en el cómic hace más de 10 años.
Aprovechando toda esta publicidad comercial con el símbolo S de superman, el secretario del ayuntamiento, Héctor Sandoval había utilizado el mismo escudo para iniciar su precampaña para ser el próximo candidato de Acción Nacional a nivel local para la presidencial municipal. Ya había calcamonías, prendedores y demás productos propagandísticos con el logotipo de Super Sandoval.
Se decía que era invencible. Que era el elegido para llegar a la presidencia municipal. Ningún precandidato ni candidato iba a poder hacerle frente. Teniendo todo el apoyo del llamado Grupo Ayuntamiento, era la persona natural para suceder en el cargo a Palafox.
Pero no contaban con que al adoptar el icono de superman, Héctor Sandoval había adoptado también su debilidad: la kryptonita. Tanto en el cómic, en las películas o la serie, parecía un poco incongruente que lo único que le podía quitar sus poderes a Clark Kent fueran pedazos del mismo planeta en que nació. La realidad nos demuestra que esta idea es bastante congruente.
La debilidad de Sandoval no estuvo en los otros partidos, ni en la sociedad civil. Estuvo dentro de su mismo partido, y más que eso, dentro de su mismo grupo. Hace aproximadamente dos semanas, el presidente municipal dijo en una entrevista que el mejor candidato de Acción Nacional sería Rubén Espino. Tremendo golpe a la campaña de Sandoval, dejándolo prácticamente fuera de la competencia al retirarle su apoyo. La kryptonita panista fue, al fin, la única fuerza que le pudo quitar la candidatura a la presidencia municipal.
Moraleja: cuando elijamos el nombre de algún superhéroe para nuestra campaña política, hay que elegirlo bien, del tal manera que no vayamos a adoptar también sus debilidades.